Materia:
Biología
Profa.: Susan
García
UNIVERISDAD ALFONSO REYES (unidad la fe)
CÁNCER
El cáncer es un conjunto de enfermedades en
las cuales el organismo produce un exceso de células malignas
(conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento y división más allá
de los límites normales, (invasión del tejido
circundante y, a veces, metástasis).
El cáncer puede afectar a todas las edades, incluso a fetos, pero el riesgo
de sufrir los más comunes se incrementa con la edad. El cáncer causa cerca del
13% de todas las muertes.
El cáncer es causado por anormalidades en el material genético de las
células. Estas anormalidades pueden ser provocadas por agentes carcinógenos,
como la radiación (ionizan te, ultravioleta,
etc), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y
de la contaminación en general, etc) o de agentes infecciosos.
CANCER
DE MAMA:
¿Qué es? El
cáncer de mama consiste en un crecimiento anormal y desordenado de las células
de éste tejido.
La mama está formada por una serie de glándulas mamarias, que producen leche tras
el parto, y a las que se les denomina lóbulos y lobulillos.
Los lóbulos se encuentran conectados entre sí por
unos tubos, conductos mamarios, que son los que conducen la leche al pezón,
durante la lactancia, para alimentar al bebé.
Las glándulas (o lóbulos) y los conductos mamarios
están inmersos en el tejido adiposo y en el tejido conjuntivo, que, junto con
el tejido linfático, forman el seno.
A modo de muro de contención, actúa el músculo pectoral que se encuentra entre
las costillas y la mama.
La piel recubre y protege toda la estructura mamaria.
El sistema linfático está formado por recipientes y vasos o conductos que
contienen y conducen la linfa, que es un líquido incoloro formado por glóbulos
blancos, en su mayoría linfocitos. Estas células reconocen cualquier sustancia
extraña al organismo y liberan otras sustancias que destruyen al agente
agresor.
Tipos de cáncer de mama
El carcinoma ductal in
si tu se origina en las células
de las paredes de los conductos mamarios. Es un cáncer muy localizado, que no
se ha extendido a otras zonas ni ha producido metástasis. Por este motivo esta
enfermedad 'premaligna' puede extirparse fácilmente. La tasa de curación ronda
el 100%. Este tipo de tumor se puede detectar a través de una mamo grafía.
El carcinoma
ductal infiltran te (o invasivo) es el que se inicia en el
conducto mamario pero logra atravesarlo y pasa al tejido adiposo de la mama y
luego puede extenderse a otras partes del cuerpo. Es el más frecuente de los
carcinomas de mama, se da en el 80% de los casos.
El carcinoma
lobular in si tu se origina en las glándulas mamarias (o lóbulos)
y, aunque no es un verdadero cáncer, aumenta el riesgo de que la mujer pueda
desarrollar un cátumor en el futuro. Se suele dar antes de la menopausia. Una
vez que es detectado, es importante que la mujer se realice una mamo grafía de
control al año y varios exámenes clínicos para vigilar el posible desarrollo de
cáncer.
El carcinoma
lobular infiltran te (o invasivo) comienza en las glándulas
mamarias pero se puede extender y destruir otros tejidos del cuerpo. Entre el
10% y el 15% de los tumores de mama son de este tipo. Este carcinoma es más
difícil de detectar a través de una mamo grafía.
El carcinoma
inflama torio es un cáncer poco común, tan sólo representa un 1%
del total de los tumores cancerosos de la mama. Es agresivo y de rápido
crecimiento. Hace enrojecer la piel del seno y aumentar su temperatura. La
apariencia de la piel se vuelve gruesa y ahuecada, como la de una naranja, y
pueden aparecer arrugas y protuberancias. Estos síntomas se deben al bloqueo
que producen las células cancerosas sobre los vasos linfáticos.
CANCER DE
PULMÓN
¿Qué
es? Las células son las unidades de vida más pequeñas del cuerpo humano. Una de
sus funciones es reproducir se y morirse cuando ya no son útiles. Este proceso
es muy ordenado, en el tiempo y en el espacio, de tal forma que permite que
exista siempre el número adecuado de células para cada etapa de la vida.
Cuando esta multiplicación de células se produce de
manera des controlada, se forman masas anormales. A estas masas se les denomina
tumores.
Puede haber tumores benignos y malignos. Los tumores benignos son aquellos
que no se propagan a otras zonas y que no comprometen la vida de la persona.
Los tumores malignos suelen extenderse a otras partes del cuerpo y causan daño
a los tejidos y a los órganos corporales pudiendo incluso provocar la muerte de
la persona.
Las células malignas pueden moverse a través de la linfa o de la sangre y llegar
a cualquier parte del cuerpo provocando un segundo tumor, que se denomina
metástasis, porque no es el que se originó primero.
El cáncer de pulmón consiste en un crecimiento
anormal de las células del pulmón. La enfermedad se produce habitual mente en
las paredes internas de los bronquios, y al crecer puede obstruir el paso
del aire y alterar la respira ción. Por este motivo, produce general mente
falta de aire, ahogo y fatiga.
Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón: el cáncer de células
pequeñas o micrococo y el cáncer de células no pequeñas (no micrococo o
broncogénico).
Tipos
de cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón se clasifica por el tipo de
célula que produce el tumor. El 90% de ellos son de células pequeñas o
de células no pequeñas. El 10% restante está compuesto por clases muy
infrecuentes, como la mixta, los cricoides o los tumores neuroendocrinos.
Por otro lado, el pulmón es un lugar muy frecuente
para la aparición de metástasis. Pero éstas no son verdaderos tumores de
pulmón, sino siembras de cánceres de otros órganos, como la mama o el
intestino.
Cáncer de pulmón de células pequeñas (micrococo)
Recibe este nombre por el tamaño de las células vistas a microscopio. Se
relaciona casi invariablemente con el hábito de fumar y se estima que alrededor
del 20% de todos los cánceres son de células pequeñas. Éstas se multiplican
rápidamente y se pueden formar grandes tumores; además su capacidad de
extenderse a otros órganos es mayor. El de células pequeñas es, casi siempre,
un tumor muy agresivo.
Las metástasis suelen afectar a los siguientes órganos: ganglios linfáticos,
huesos, cerebro, glándulas suprarrenales e hígado. El tumor primario
general mente se origina cerca de los bronquios y se expande hacia el
centro de los pulmones.
Cáncer de pulmón de células no pequeñas
Este tipo de cáncer representa casi el 80% del total de los cánceres de pulmón.
Se extiende más lentamente que el de células pequeñas y, ocasional mente, puede
aparecer en personas que no fuman.
Hay algunas variedades de cáncer no-macrobiótica de pulmón. Las dos más comunes
son el carcinoma escamoso o epidermis y el adenocarcinoma. El primero es el
más común y, como el macrobiótica, suele nacer de la profundidad del pulmón, en
el centro del pecho. El adenocarcinoma es más raro y suele ser la clase de
tumor pulmonar que padecen las personas no fumadoras. Tiende a nacer de las partes
más periféricas del pulmón, cerca de la pared del tórax.
CANCER DE
VEJIGA
¿Qué es? El
cáncer de vejiga se produce cuando se desarrollan células malignas en el
revestimiento de este órgano.
La orina pasa de los riñones a la vejiga a través de los uréteres que tienen
forma de tubo. La vejiga es una estructura circular musculosa que se
abre para dejar paso a la orina. Va adaptando su tamaño a medida que se
incrementa el volumen de orina y cuando se llena, envía señales nerviosas al
cerebro que transmite la necesidad de orinar.
El cáncer de vejiga es más frecuente en el hombre que en la mujer, como tres
veces más. Lo que refleja su estrecha relación con el tabaquismo.
En los últimos años, se ha visto un aumento del número de casos en las mujeres
españolas, un fenómeno que se debe principal mente al incremento de las mujeres
fumadoras y la incorporación de ésta al mundo laboral e industrial.
Es el segundo en frecuencia entre los cánceres
uro genitales, siendo el primero el cáncer de próstata en varones. En la mujer
ocupa el primer lugar.
El cáncer de vejiga representa el 2% de todos los cánceres. Es más frecuente en
los países industrializados.
Causas
Entre los factores de riesgo implicados en la
aparición del cáncer de vejiga destacan los siguientes:
- El consumo de tabaco que es el factor de riesgo individual más fuerte
y la causa subyacente de al menos la mitad de todos los casos. Los carcinógenos
del humo del tabaco se absorben desde los pulmones a la sangre. Los riñones
filtran muchas de estas sustancias, incorporándolas a la orina para
excretar las. Los carcinógenos, concentrados en la orina, permanecen largo
tiempo en contacto con la membrana mucosa que reviste la vejiga. Entre un
cigarrillo y otro, un fumador realiza muchas inhalaciones de aire limpio que
lava sus bronquios, por lo que el tabaco afecta al interior del pulmón sólo
mientras dura el consumo del cigarrillo. En cambio, entre dos visitas al cuarto
de baño para orinar, es posible que ese mismo fumador haya consumido dos o tres
pitillos, al menos. Cuando vacía la vejiga de orina repleta de cancerígenos, no
se llena con orina limpia, sino igualmente contaminada. Se calcula que la
vejiga de un fumador de medio paquete de cigarrillos está en contacto con orina
contaminada por carcinógenos el cien por cien del tiempo.
- La exposición a determinadas sustancias industriales como disolventes
y colorantes.
- Algunos trabajos que requieren la exposición o el contacto con determinadas
sustancias o materiales como son los tintes y aceites industriales, la industria
textil, cuero, caucho, pintores, industrias químicas y trabajad ores del
aluminio. Todos estos productos entran en el organismo por inhalación, al igual
que el tabaco. El cumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo en
cuanto a ventilación, filtros y mascarillas elimina la mayor parte del riesgo.
- La esquistosomiasis, una infección (rarísima en Europa) producida por
parásitos, produce una irritación crónica en la vejiga que puede originar un
cáncer.
- Las infecciones urinarias repetidas producen una irritación de la
pared de la vejiga que parece que puede ocasionar predisponer al cáncer, aunque
esto no está completa mente comprobado.
CÁNCER DE
PIEL
¿Qué es? El cáncer de piel es una
enfermedad producida por el desarrollo de células cancerosas en cualquiera de
las capas de la piel.
Existen dos tipos: el tipo no mela noma y el mela noma.
El cáncer de tipo no mela noma es el más frecuente y se denomina no
mela noma porque se forma a partir de otras células de la piel que no son las
que acumulan el pigmento (los melanocitos). Dentro de este tipo se encuentran
todos los cánceres de piel menos el mela noma maligno que es menos frecuente y
más maligno y que se explica más adelante.
El cáncer de piel se da más en las personas de piel
blanca y que han pasado mucho tiempo expuestas a los rayos solares, sobre todo
cuando la exposición solar tuvo lugar durante la infancia y se produjeron
numerosas quemaduras solares. Aunque puede aparecer en cualquier parte de la
piel, es más frecuente que se presente en la cara, cuello, manos y brazos.
Este cáncer es uno de los más frecuentes de todos los tipos de cáncer, y se
calcula que se diagnostican dos millones de casos nuevos al año en el mundo.
En los últimos años, la incidencia del mela noma maligno ha aumentado
espectacularmente, se ha multiplicado por 3,3 en varones y por 2,5 en mujeres,
en los últimos veinte años en España. A pesar de esto, representa menos del 3%
de todos los tumores y las campañas de diagnóstico precoz han permitido que la
mortalidad se reduzca un 30% desde los años setenta.
Se puede reconocer por un cambio en el aspecto de
la piel, como una herida que no sana o una pequeña protuberancia. También puede
aparecer una mancha roja, áspera o escamosa con tendencia a crecer.
Ante cualquier cambio o anormalidad de la piel, hay que acudir al médico. Éste
puede extraer una muestra y analizarla (biopsia) para comprobar si es un tumor
maligno o no.
Prevención
El principal factor de riesgo en este cáncer es una
exposición excesiva a la radiación ultravioleta.
Evitar una intensa o prolongada exposición al sol, intentando no exponerse en
horas en las que la radiación solar es mayor es la mejor medida de prevención
que se puede utilizar.
Otras formas son la utilización de materiales que protejan aquellas zonas más
delicadas como es el uso de sombreros, de gafas que absorban los
rayos ultravioleta de un 99% a un 100%, o utilizar telas adecuadas para
cubrir la piel. La mayoría de tejidos baratos con los que se confeccionan
las prendas veraniegas de color claro no cuentas con filtros ultravioleta y
dejan pasar gran parte de esta clase de radiación. Es conveniente ponerse crema
con filtro solar en el tronco si se va a permanecer mucho tiempo al sol, aun
con la camiseta puesta.
El uso de cremas protectoras solares reduce el peligro de la exposición.
Deben utilizarse correctamente, hay distintos grados según sea el tipo de piel.
Además, deben de emplearse con un tiempo de antelación a la exposición solar y
reponer se después del baño en el mar o en la piscina.
Como se ha visto, las cabinas y las lámparas bronce adoras resultan peligrosas,
por lo que deben usarse con precaución, evitando un bronceado excesivo.
Cuando se observe un lunar que ha cambiado de aspecto, o que sangra, se debe
acudir al médico. Éste lo puede extirpar y realizar una biopsia para comprobar
si es maligno o no.
Este tipo de cáncer puede prevenirse más que muchos otros. Siguiendo las
anteriores instrucciones pueden disminuirse o anularse gran parte de los
factores de riesgo, con lo que las posibilidad es de padecer un cáncer de piel
también disminuyen.
Principales medidas antes y durante la exposición solar
- Evitar el uso de productos cosméticos que contengan alcohol y perfumes.
- Elegir el protector solar adecuado, en función del tipo de piel, del lugar de
aplicación y de las condiciones ambientales.
- Aplicar una buena cantidad del producto solar 30 minutos antes de tomar el
sol, sobre la piel seca.
- Evitar tomar el sol sin protección entre las doce de la mañana y las cuatro
de la tarde, en zonas de gran altitud, y en lugares próximos al ecuador.
- El agua, la nieve y la arena actúan reflejando los rayos solares y aumentando
su intensidad. Es por este motivo, por lo que pueden producirse quemaduras
incluso en la sombra.
- Las primeras veces que se tome el sol, se deberá emplear un factor de
protección más elevado.
- Aún en los días nublados, hay que utilizar el protector solar.
- Hay que ingerir muchos líquidos para compensar la pérdida de líquidos debido
a la exposición solar.
- Después de un baño, cuando se haya sudado mucho, o tras pasar dos horas de la
anterior aplicación, habrá que volver a aplicar la crema protectora.
- Tras la exposición al sol, hay que ingerir muchos líquidos debido a la
pérdida de éstos.
CÁNCER DE COLON
El cáncer coló-rectal consiste en el crecimiento
des controlado de células anormales en esa parte del intestino. Estas células
pueden invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor. Si
penetran en el torrente sanguíneo o linfático, pueden extenderse a cualquier
parte del organismo y producir daños en otros órganos. A este proceso de expansión
se le denomina metástasis.
El colon y el recto forman parte del sistema digestivo. El colon es la primera
sección de intestino grueso. En él se siguen absorbiendo nutrientes y agua de
los alimentos que han sido ingeridos, como ocurre en el intestino delgado, y
sirve de contenedor para el material de desecho. Este material va avanzando
hasta el recto, última parte del intestino grueso, hasta que es expulsado al
exterior a través del ano.
El colon se divide en cuatro segmentos: ascendente,
transverso, descendente y sigmoidea. El recto se une al colon sigmoidea.
Tanto el colon como el recto están formados por varias capas de tejido. Según
estén afectadas una u otra capa, así será el pronóstico del cáncer.
El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que
comienza en el recto, cáncer de recto.
Según esté afectada una parte u otra, los síntomas serán distintos y las
pruebas diagnósticas serán distintas y más eficaces para detectar el cáncer
según la zona donde aparezca.
Se piensa que el cáncer de colon evoluciona lentamente antes de ser
diagnosticado como tal. Antes de que se desarrolle un cáncer suelen aparecer
lesiones en el intestino que se denominan displacías o pólipos adenomatosos.
Algunos tipos de pólipos no son cancerosos, pero el hecho de haber tenido
aumenta la probabilidad de tener, en un futuro, cáncer en esa zona del
intestino.
El cáncer de colon es la
segunda causa de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón en el hombre y
de el de mama, en la mujer. Entre un 22% y un 36% de los casos, se presenta la
enfermedad avanzada y, en estos casos, el índice de supervivencia ronda a cero.
En nuestro país se producen 11.000 nuevos casos por año. La mortalidad inducida
por este cáncer es de 10 muertes por cada 100.000 habitantes y año, con
tendencia al aumento.
El cáncer de colon ha ido aumentando su frecuencia en los países desarrollados.
Representa en conjunto el 15% de los tumores diagnosticados en el hombre.
La tasa de supervivencia a cinco años es del 90% en aquellas personas que han
tenido una detección temprana del cáncer. Pero sólo son detectados un 37% de
estos cánceres en un estadio temprano.
Si el cáncer se ha diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos, la tasa
de supervivencia disminuye a un 65%. Y si se ha extendido a órganos distantes,
la tasa a cinco años es de un 8%.
Factores de riesgo
Las causas exactas del cáncer coló-rectal no son
conocidas, aunque muchos estudios han mostrado que existen una serie de
factores que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad:
Edad: este tipo de cáncer suele ser más frecuente entre aquellas
personas que rondan los cincuenta años o con más edad. Aunque esto no significa
que no pueda darse en personas jóvenes.
Predisposición genética: historial personal o familiar de pólipos o de
cáncer de colon. Los pólipos son tumores benignos en las paredes internas del
colon y del recto. Existe una condición llamada poliposis familiar que consiste
en la formación de cientos de pólipos en el colon y recto. Si no son tratados,
pueden conducir a un cáncer. Alrededor del 10% de los casos de cáncer
coló-rectal se deben a mutaciones genéticas hereditarias.
Enfermedades inflamatorias intestinales previas: los
enfermos con colitis ulcerosa con una evolución de 7-10 años presentan un
riesgo aumentado de cáncer coló-rectal. También los pacientes con enfermedad de
Crohn tienen un riesgo 20 veces mayor de generar un cáncer coló-rectal.
Historia personal de otro tipo de cánceres: en aquellas mujeres que
hayan padecido un cáncer de útero, ovario o mama, están aumentadas las
posibilidad es de sufrir cáncer de colon.
Hábito de vida sedentaria: llevar una vida sedentaria se ha comprobado en
numerosos estudios que favorece la aparición del cáncer.
Dietas con poca fibra, frutas y verduras y demasiadas grasas son
perjudicial es. Los carteándose, sustancias que se encuentran principal mente en
frutas, verduras y hortalizas, tienen muchas funciones beneficiosas como la
lucha contra la formación de estos tumores y el refuerzo del sistema inmune.
Consumo de tabaco: las personas que fuman 20 cigarrillos al día tienen
en doble de posibilidad es de desarrollar el cáncer de colon.
¿Puede prevenirse este cáncer?
Al no conocerse realmente la causa específica de este cáncer, no puede
prevenirse aunque sí se puede actuar eficazmente con un diagnóstico temprano.
Se pueden detectar pólipos en sus primeras etapas y extirparlos para evitar la
posible formación de células cancerosas.
Las personas pueden disminuir o variar aquellos factores de riesgo que puedan
cambiar como los siguientes:
- Mantener una actividad diaria moderada ayuda a disminuir la probabilidad de
tener cáncer.
- Tomar una dieta con bajo contenido en grasas, rica en verduras y frutas
previene la formación y crecimiento de este cáncer.
- Dejar de fumar. El tabaco influye en la formación de muchos tipos de cáncer.
En el de colon, los hombres fumadores tienen un 34% más posibilidad es de
padecerlo, y las mujeres fumadoras un 43%.
-Beber alcohol moderadamente.
En cuanto a los factores genéticos predisponen tes, lo que pueden hacer
las personas que los tengan es acudir frecuente mente a revisiones. Su médico
les podrá dar toda la información que necesiten y las posibles vías de
diagnóstico que pueden elegir.
CÁNCER DE PÁNCREAS
El páncreas es una glándula situada en el abdomen,
entre el estómago y la columna vertebral, y cercana a otros órganos como el
intestino o el hígado. Con su peculiar forma de pera, el páncreas es el encargado
de fabricar insulina y otras hormonas, que llegan al flujo sanguíneo y circulan
por todo el organismo con el objetivo de emplear o acumular para más adelante
la energía procedente de los alimentos. Además, esta glándula también segrega
jugos pancreáticos, que contienen enzimas necesarias para digerir la comida.
Los tumores de páncreas pueden dividirse en dos
grandes grupos, según su naturaleza, benignos o malignos. Los primeros no son
cancerígenos, y los cirujanos pueden extirparlos sin mayor complicación. De
hecho, la mayoría de las veces no vuelven a reaparecer después de la operación,
y las células de estas tumoraciones no suelen propagarse más allá de su
localización inicial. En el caso de los tumores malignos, la gravedad es mayor,
y el riesgo para la vida del paciente aumenta. Las células malignas pueden
llegar a invadir y dañar los tejidos colindantes, llegando a 'colarse' en el
flujo sanguíneo e incluso en el sistema linfático. Éste, encargado de la
defensa del organismo, es el que las células enfermas emplean como medio de
transporte para viajar desde el tumor hasta otras zonas del organismo.
Esta expansión es lo que se conoce como metástasis.
Cuando las células enfermas alcanzan los ganglios linfáticos, donde se producen
los glóbulos blancos (o células defensivas), es fácil que la enfermedad alcance
otros ganglios y tejidos, como el hígado o los pulmones (lo que se conoce como
metástasis a distancia). En otras ocasiones, la patología se propaga hasta el
peritoneo, el tejido que recubre el abdomen, en estos casos se considera que la
extensión es local.
Existe un tipo de cáncer pancreático muy raro, que
comienza en las células que producen insulina y otras hormonas, de las que toma
su nombre, cáncer de las células de los islotes pancreáticos. En estos casos,
el organismo produce demasiada insulina.
Causas
Por el momento, se desconoce la causa exacta de
este tipo de tumores, y los especialistas no aciertan a explicar su origen. Es
cierto que las investigaciones han demostrado que existen algunas personas con
un perfil de riesgo más elevado que el resto de la población, lo que incrementa
sus probabilidades de desarrollar la enfermedad. Algunos de estos factores de
riesgo son:
La edad
El 'peligro' aumenta con los años. La mayoría de los casos se registran en
personas mayores de 60.
El tabaco.
Los fumadores tienen entre dos y tres veces más probabilidades de padecer un
tumor en el páncreas.
La diabetes.
Estos enfermos tienen un porcentaje un poco mayor que el resto de la población
debido a las alteraciones que presentan en las células pancreáticas.
Ser hombre
El número de casos es más elevado entre los varones.
Los antecedentes familiares. Si la madre, padre o hermanos han padecido la
patología, el riesgo se triplica.
Pancreáticos crónica
Se trata de una enfermedad que afecta a esta glándula, y la evidencia sugiere
que podría estar relacionada con una propensión mayor.
Otros
Además, ciertos estudios sugieren la posibilidad de que esta enfermedad esté
relacionada con la exposición a determinados compuestos químicos en el entorno
laboral. Una elevada inhesta de carnes rojas y grasas animales son otros de los
factores de riesgo apuntados por los científicos. Es importante dejar claro que
no todas las personas que responden a este perfil desarrollarán un tumor de
este tipo a lo largo de su vida.